Favor con favor se paga…

donantes-vida-seria-mas-barata-L-VpVaOtHay varias frases o premisas relacionadas a la palabra “favor”. Acá algunos…

  • “el primer favor denegado, anula todos los anteriores”
  • “favor con favor se paga”
  • “nada se olvida más despacio que una ofensa, y nada más rápido que un favor”
  • “el que hace un favor a quien lo merece, él mismo lo recibe”
  • “aceptar un favor de un amigo, es hacerle otro”
  • “favor de señores de señores y temporal de febrero, poco duraderos”
  • “favor harás y pronto te arrepentirás”
  • “favor que se hace a muchos, no lo agradece ninguno”

Hoy quiero hablar del favor. Una palabra, que hasta hace un tiempo, valía de algo, era parte de nuestro diccionario, era pan de cada día… hoy, en cambio, se ha erradicado de nuestro dialecto, incluso, del pensamiento. Hoy el favor lo cambiamos por “hoy por ti, mañana por mí”, en un arranque de conveniencia voraz. Vamos con el significado de la misma. Favor: “ayuda, asistencia que se presta en forma gratuita”…. Bueno, esa definición ya quedó atrás, hoy, ya nada es gratis en esta vida, y si quieres pedir un favor, te costará más caro que, incluso, haberlo hecho tu mismo… por qué? Porque estamos en un mundo individual, solitario, ermitaño, tacaño, en donde sólo nos importa lo que pasa entre nuestras cuatro paredes, y el otro, que se joda, que se las vea solito, que se las arregle como pueda… así estamos. Ahora, creo que todo lo que pasa en la sociedad, nos lo hemos ganado nosotros mismos, es decir, por una manga de imbéciles, chantas, oportunistas, ya nadie hace favores. Muchos de ellos, jamás pagaron de vuelta, jamás agradecieron, jamás valoraron y se aprovecharon de la situación o las circunstancias.

Cada vez es más difícil hacer y que te hagan un favor… el otro día le mandé un mensaje a un amigo, pidiéndole algo (mínimo) y me dijo algo así como “wait”… dando a entender que estaba ocupado y que, en el transcurso de la mañana o cuando se desocupara, iba a responder… pero acá estamos… eso ya fue hace más menos un mes… no creo que haya sido de mala onda, simplemente ya no hay tiempo para el otro. Uno ya no lee las cosas, ya no escucha a la gente, ya no presta atención real a lo que el otro te dice, entonces, piensas, que nada es tan urgente, por ende, lo dejas ahí, en el baúl de los “pendientes”.

Particularmente, cuando alguien me pide un favor, trato de hacerlo lo más rápido posible o responder “si o no” de una vez, para no quedarme con el cacho para después, así, me libero, lo hago o lo dejo, pero soy libre al poco rato. Algo que puede sonar frío, pero prefiero eso a mandarlo al basurero sin siquiera responder.

Hoy mandas un mail y nadie se da el tiempo de decir “si”, “no”, “gracias” o simplemente “recibido, veré qué puedo hacer”. Mandas un mensaje de Face y la persona lo lee, pero ni siquiera responde. A ese nivel ha llegado la displicencia. Nadie se quiere comprometer con nada, porque decir “lo veo”, ya significa amarrarse. Además, ya nadie se compromete porque si. En todo favor, tendrá que haber alguna recompensa, algún pago o beneficio. Ahí, empiezan a aparecer los “y cómo voy ahí”, “y qué gano yo por esto”, “y de cuánto estamos hablando”… mala cosa. Y sobre todo a quienes alguna vez ayudaste.

Insisto, esta dejadez, nos la hemos ganado nosotros mismos. Un círculo vicioso maldito que pagan justos por pecadores. Piensa la próxima vez que alguien te pida algo… la vida es muy cíclica, y alguna vez, tarde o temprano, vas a necesitar de esa misma persona a quien hoy estás rechazando inconscientemente…

Deje un comentario