El animador abre los fuegos con un musical, cantado y bailado por él mismo; luego sale en pelotas; luego se sube un presentador tan o más importante que el mismo animador; luego una banda de renombre canta una canción a dueto con otro artista power; luego vuelve el animador principal y sale entre el público haciendo bromas, y así… un ir y venir de situaciones que mantienen una tensión y que le dan glamour a una ceremonia, precedida, obviamente, por una alfombra roja de verdad, no con rellenos. Esto mismo del Oscar, pasa en casi todos los eventos a nivel mundial. ¿Por qué no acá? ¿Qué pasa con los shows nacionales que se quedaron en el pasado? ¿Por qué, si en todas partes del mundo, la cosa va por ahí, aquí no? ¿Somos muy tradicionales? ¿La gente, el público, se conforma con poco, con lo que le dan?
El Festival de Viña es una muestra de eso, de más de lo mismo. Si bien, es un panorama en sí y entretiene, no avanza. Y seguimos viendo el mismo formato una y otra vez. Un formato que, a mí al menos, me cansa, sobre todo por lo que ya mencioné, ves cosas de afuera y realmente te sorprendes. ¿Nos falta creatividad? ¿Atrevimiento? ¿Será un tema de lucas? ¿Nos conformamos con un beso entre los animadores como gran chiche o como centro de todo? Creo que nos conformamos con poco. Supongo que hay gente creativa en este país que podría hacer las cosas más choras, entretenidas, lúdicas. Atreverse a un nuevo “Bolocazo”, en donde una animadora, arriesgando ser foco de críticas, abre un festival bailando; o cuando un animador vuela por los aires en un acto circense de humor. ¿No se puede? ¿Es mucho pedir? Creo que los eventos a nivel mundial van por lo lúdico, diferente. Ya no resiste ver a una banda tocando 3 horas sin corte o ver a un par de animadores salir del mismo lugar, vestidos de la misma forma, para decir las mismas cosas y entregar el mismo premio de siempre. Me parece que el Festival de Viña y otros eventos, debieran atreverse a innovar. Muchos artistas, en una misma noche, tocando lo justo y necesario; dos animadores, y varios presentadores para refrescar; un escenario cambiante, que entregue emoción y juego; una alfombra roja con los artistas reales del cuento, no con modelos y futbolistas; y así, cosas que uno ve constantemente en otros eventos, pero que acá, por tradición o no sé qué, no lo hacen, ¿Por qué? No sé.
Inzzzomnio 