de mujeres, ahueonaos, citas y otros menesteres… ah, y un dedo en el ojo, si, un dedo en el ojo…

Primera cita

Llevo 3 años haciendo esta columna y nunca dejo de sorprenderme, porque como sabrán, siempre las hago en base a la opinión de la gente, o sea, esta es una columna compartida, así es que, lo primero, gracias a todas quienes me contaron sus peripecias y debacles, en primeras, segundas y terceras citas. Ese es nuestro tema de este mes, lo que un hombre NO debe hacer en una cita, a raíz de la experiencia colectiva popular femenina, y a raíz, también, de un comentario de una partner que me contó que había salido con un perfecto saco de huevas. No dejo de sorprenderme, como dije, de tanto idiota dando vueltas y segundo, de tanta pava que cae a los pies de esos idiotas, o sea, todo mal, el chancho y el que le da el afrecho. También mi sorpresa pasa por lo machista que son ustedes a ratos, incluso más que nosotros, y eso asusta y/o molesta, porque se habla de una liberación femenina, igualdad, pero a la hora de abrir el cocodrilo, no estiran la mano ni por si acaso, ya que el 90% de las encuestadas “exigen” que se les pague la cuenta por lo menos en la primera y segunda cita, cosa, insisto, que me pareció más que aberrante, pero bueno, está claro que la igualdad llega hasta la puerta del bar. Es más, una me dijo que los hombres, al saber que no van a tener “postre”, deciden compartir la cuenta (plop! Invitación = cama), uno de ellos dijo al garzón: “pago con redcompra, la mitad más el 10%”, valor. Sigamos. Otro de los más votados, resultó ser el tipo que habla de su ex, que la descuera, que la pela, que la llora, la extraña y después la vuelve a hacer mierda, una soberana lata. Otro de los estropajos que molesta, es el tipo que habla de sus bienes, de su lancha, de su casa, de su pega, de sus lucas, y llegó en taxi. Muchas alegaron con el copete, que el tipo se cure en la primera cita, mal, y que haga el loco más encima, peor. Una de ellas me contó que en la primera salida, el tipo se curó como piojo y ella se fue manejando para ir a “dejarse” a su casa, se bajó, y nunca más lo volvió a ver por jugoso.

Es increíble ver cómo ustedes nos ven o nos describen, por ejemplo, de lo fijadas que son con el tema físico o de comportamiento, en donde dijeron: “que esté a dieta”, claro, una lata ella con un churrasco atravesado y él con una lechuga, no podí; “que se coma las uñas”, porque parece inseguro, nervioso y hay algunos que las tiran a un lado de la mesa, (what!); “que tenga caspa” (qué?); “mal olor”, señor, no se vaya de la pichanga a la cita, se lo recomiendo; “que coma con la boca abierta”, mamita querida, ¿existen esos simios aún?; “que se suene en la mesa”, ¿se hace eso?, yo ni en mi casa lo hago; “que tenga los pelos largos de la nariz”, jajaja, dios mío; “que sea cagao”, concuerdo, una persona amarrete, es la peor lacra de este mundo; “que no tome”, concuerdo, una persona que no toma, y que más encima sea fome, no aporta en nada; “que esté pendiente de su teléfono toda la noche”, y así, un cúmulo de situaciones que parecen obvias, pero suceden y mucho, no fueron pocas las que me repitieron estos ítems. Es que hay cosas básicas que parece, nosotros, no estamos cumpliendo o dejamos de cumplir, debe ser por eso de que la igualdad es pan de cada día, y nos dejamos estar. Hay tipos que, según cuentan, en un bar, piden por ellas, “mira, a ella tráele…”, horroroso; o hay otros que “comen del plato que ellas pidieron”, a tanto llega su inseguridad, que prefieren lo del otro, idiotas; muchas alegaron con que las citas para algunos, son “citas sólo para tirar”, ya que creen que les va a saltar la liebre a la primera, ilusos; otras dijeron: “que tenga poco sentido del humor”; o que “te advierta que está mejor sólo”, chucha, entonces para qué salió!; que “llegue comiendo chicle y se lo trague en el mismo momento que traga una papa frita creyendo que pasó piola”, dios mío; que “se queje de todo” y que “hable mal del resto” con cosas como “son todos unos imbéciles”; o que sea “yo-yo”; o demasiado salamero y cursi, con cosas como “estás tan bella, pareces una reina, te regalo la luna, etc”, Edmundo Varas está vivo aún?; que “te pase a buscar y llegue tarde”; que si pides vino, pregunte: “ah, tú tomas?”, chucha, sí, está pidiendo vino idiota!; Que “le gustes a la primera” y después arma panoramas para toda la semana como si ya estuvieran casados, debo decir que esta, me hizo reír, cómo hay pericos tan mal; o el que manda mensajes por whatsapp diciendo “lo linda que fue la noche contigo”, y no fue capaz de decírselo ahí, al frente, debo reconocer que la he hecho, ebrio, mal yo; o el ignorante que no sabe nada más que de fútbol y de autos y no ha leído un solo puto libro en vida; o el que te pregunta en la primera cita “pa donde vamos?”, ¿existen esos tontitos aún?.

Qué quiere que le diga, estas historias son ciertas, ¿lo puede creer? Bueno, ahora, paso a relatar las guindas de los pasteles, y con estas, muchas no lo intentarán nunca más. Una amiga salió a bailar con un tipo, y el muchacho no se despegó de… su amigo! Ella le hacía morisquetas, títeres, poses, se contorsionaba y el tipo, muy pavo, no dejó de hablar con su partner, resultado, “anda a dejarme”, gay; Otra muchacha, fue con un tipo a un matrimonio (primera cita), la fue a dejar, subió a su depto, ocupó el baño y al salir le dijo: “no abras la puerta hasta mañana, me cayeron mal los lomitos”, jajaja, bueno, le cerró “su puerta por fuera”. Otra amiga, fue invitada a un restaurante pituco, y el muchacho, no hizo nada mejor que pagar la cuenta y pedir factura, no podí; otra amiga fue invitada al AppleBee’s porque él tenía canje, ¡quien te invita al AppleBee’s con canje! Otra, salió con un tipo y él no creyó que tenía los ojos tan verdes o azules, así es que no halló nada mejor que meterle el dedo en el ojo para comprobar, si, créalo, primera cita, dedo en el ojo… hazte esa guatón. Señoritas, un solo consejo, revisen bien su agenda y a quienes aceptan en redes, porque así, no se puede y la que quiera, me llama y verá que no somos todos tan pencas.

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