calentura y gomeros, mi última columna revista Para Ti

Es octubre, ya el calorcito llegó para quedarse, y las pasiones como que empiezan a hacernos cosquillas. Yo no sé ustedes, pero como que uno anda más “ganoso”, “calentón”, “contentín”, o póngale el apelativo que quiera, ¿es así? Entonces, este mes, hablaré del erotismo, de la calentura, de las pasiones, de lo que les gusta, de lo que no les gusta, de las buenas, de las malas, etc. Si alguna mujer se siente mal, o incómoda con el tema sexual, vaya, de inmediato, a otra revista, aunque no creo, porque esta columna, está inspirada en un libro que anda dando vueltas, y que dicen, porque no lo he leído, que es la ultima chupada del mate, se trata de “Cincuenta sombras de Gray”, de la autora E.L. James, quien ha alborotado las hormonas de millones de chiquillas con sus relatos directos, sinceros, y subiditos de tono. Así es que, vamos. Lo primero, es ¿por qué un libro, viene a despertar las pasiones? Es que, acaso, ¿la mayoría de las mujeres son cartuchas y no se abren a la aventura del amor y la locura en la cama? Voy a hablar de las chilenas, porque sabemos que las gringas son “buenas pa’ la tontera” y son harto más sueltas que acá. Y quiero aclarar, que no soy un experto, pero le puedo decir, que bajo este puente, ha pasado bastante agua, buena, mala, desabrida, insípida, etc. Por ende, puedo decir, con la autoridad de un soltero, treintón y buenmozo, que un % de mujeres, no le hace mucho a la “locura”. Me ha tocado experimentar, con muchas “gomeros”, que buscan que les “rieguen la plantita” más que otra cosa. Esperan que uno sea el que inicie, juegue, ponga, saque, haga, pero no tanto, etc. Es una lata. Porque uno busca el “samarreo” también. Pero acá, las defiendo, porque somos nosotros, los hombres, quienes no permitimos esto, ¿por qué? Porque somos y seguimos siendo, unos machistas de mierda, y cuando una mujer hace algo “loco” y “muy rico”, terminamos pensando que es una puta, que tiene demasiada experiencia, que se ha acostado con muchos, etc. Nosotros, nos hemos encargado de reprimir, por eso, es que este libro, viene, de una u otra manera, a encender nuevamente, sus pasiones, ocultas a veces. Las mujeres no pueden tener objetos sexuales, no pueden masturbarse, no pueden fantasear, porque el “gordo” se enoja, pero claro, él si puede ver películas porno, puede hacer de las suyas con su amigo en la ducha, puede comprar revistas y hablar de sexo con los amigos guatones en la mesa, jactándose que “la tienen grande” y cuánta cosa añeja que hemos escuchado durante años (que sabemos, es mentira). Este libro, y la actual condición de líderes de las mujeres, las ha sacado del closet y las ha posicionado “arriba”, y no “abajo”. Es tiempo de que ustedes “cabalguen” y dejar de ser “cabalgadas”.  Es así, como el otro % que me ha tocado vivir, ya sabe jugar, divertirse, pasarlo bien, explorar y dar, palabra muy importante en el sexo, dar, no esperar solamente recibir. Bueno, según los críticos, este libraco, vino a “hacer sentir sexys a las mujeres nuevamente y a encender el fuego en muchos matrimonios”, ya que, dicen, contiene mucho juego erótico de alto calibre, el cual, muchas veces está escondido y no se comenta, por el clásico miedo chilensis “al qué dirán”. Una de las películas del Rumpy, burdamente, pero honestamente, dio a entender eso, que una pareja, ABC1, sí jugaba con cosas, y al final, el marido termina siendo penetrado, porque la mujer, quería juguetear; esto, y las nuevas tiendas de productos de pareja, la televisión e internet, unidos a la soltura y desparpajo antes contenido de muchas, han conjugado, para que todos, hombres y mujeres, nos queramos soltar las trenzas de una vez por todas. ¿Han tenido una noche se sexo loco? ¿De esas que duran horas y se dicen cosas, y vas recorriendo cada rincón de la casa, de su cuerpo, tirando cosas y dejando la grande, despertando a los vecinos y perdiendo la cabeza, sintiendo su respiración agitada, y juntando cuerpos un tanto mojados? Si no lo han hecho, pesquen el “gordo”, y vuélvanlo loco, llénenlo de aceites por todos lados, jueguen con toda la mercadería y disfruten. Vuélvanse locas y tengan 1, 2, 3 y hasta 4 orgasmos en la misma noche, o hasta que el “niño” funcione, y si se cansa, tenga a la mano alguna cosita que vibre o dígale a su marido, que juguetee con lenguas, manos y ademases. La consigna, de este mes, es seguir los mandatos de este libro, y dejarse llevar, y encender el matrimonio, y ser un poco más sexys, entregadas y jugadas, será una noche, que no olvidará. Toque donde nunca tocó, bese donde nunca besó, pida lo que nunca pidió, sienta los orgasmos que nunca sintió y después duerma como nunca durmió. La sonrisa, al otro día, no se la saca nadie. Firmado. Enjoy girls… yo, prometo hacer lo mismo este mes, me dio calor.