la chilena promedio, es muy discreta…

Un grupo de féminas, estupendas todas, me atacan, públicamente, porque postee, en mi face, que “la chilena (promedio), es bien malita, de caracho reguleque y de poto plano y caído”, y añadía, que “pocas se salvaban”. Ante esto, un grupo de jovencitas, reclama atacando (dicen que la mejor defensa es el ataque), diciendo que el hombre es el malo y que estoy equivocado.

La verdad, creo no estar equivocado. Me paseo por un mall y veo pocazo de donde agarrarme; voy a un supermercado, y me pasa lo mismo, son una o dos las que destacan; después, me siento en un café, lo mismo, dos o tres, pero el general, al 3 y al 4. Por eso digo “el promedio”, es así.

No estoy haciendo este análisis en una discoteque, en un evento en el W, ni en un restaurante cool, lo hago, en base a lugares comunes y corrientes, donde, supongo, hay mujeres y hombres comunes y corrientes, ¿no? ¿Entonces? Según lo que veo, ¿estoy equivocado? Me parece que no. Es lo que veo, no lo estoy inventando.

El otro día, cosa que suma a mi visión, conversaba con un tipo, que venía de USA y había pasado por muchos países con su pega, a trabajar a nuestro país. Y me decía lo mismo, que la chilena, era una mezcla de cosas. Que se iba por el lado mapuche, medio español, pero mezcla al fin. El tema, es que era una mezcla con poca identidad. Y argumentaba, que vas a Colombia y las mujeres son de una manera; vas a Argentina, lo mismo, Brasil, para qué hablar, ¿y chile? ¿Cómo son las chilenas realmente? ¿Rubias? ¿Morenas? ¿Altas? ¿Bajas? Por favor, estamos hablando del chileno común y corriente, no más o menos pobre, más o menos pituco o flaite, hablamos del común. De lo que uno ve, por ejemplo, en una calle como providencia, o en el paseo ahumada, o en el apumanque o en un concierto o en donde sea. Es una constante. Para mi gusto, así lo es. Incluso, si te vas a las “conocidas”, sin botox, sin pechugas, sin siliconas, es para salir arrancando…

Seguramente muchas se molestan con que les digan esto, pero, así como critican a los hombres, quédense sentadas en una silla, y vean pasar y pasar gente, a ver que encuentran. Les aseguro, que el poto, no será más de lo que digo, y que el caracho, menos. O sea, creo tener razón. La chilena promedio, es muy discreta.