pendejos grandes queriendo ser pendejos forever

A raíz de que, en Italia, un “joven” de 41 años, aún vive con sus padres y está provocando estrés en su madre, es que Publimetro hizo esta nota. “Tengo 30 y aún vivo con mis padres”. Conozco varios casos.

Bueno, los papás de este tipo, ya están cansados de atender al “niño” como si fuera niño. Que la ropa, que la comida, que los horarios de llegada, mañas, etc. El tema, dicen los sicólogos, es que a veces, “no es problema del chancho”, y que son los padres, quienes permiten esto, inconscientemente o conscientemente, vaya a saber uno. Otros, dicen que hay un desequilibrio emocional del “niño”, que no es capaz de vivir solo, hacer solo, etc., y siempre necesita del empuje, el cariño y el cuidado de los viejos. El tema, es que esta condición familiar, de pendejos grandes queriendo ser pendejos forever, hace que, en los padres, no se cierren los ciclos. Ellos, quieren comenzar una vejez: solos y tranquilos. Ya criaron, ya pelearon, ya dieron, ahora les toca el turno a ellos.

El tema, es que no entiendo, como todavía quieren estar en la casa de los viejos. No tengo nada que decir con los míos, y me han aguachado cuando he sufrido alguna separación o cierre de relación, pero ¡por un rato! En dos semanas, ya quiero mi casa, mis cosas, mi vida, mis carretes, etc. Supongo que lo mismo ellos. Quieren estar solos. Nos ayudan, ok, pero ya, un ratito no más. Obvio.

Entonces, si usted es de ese grupo de babosos, por favor, salga de ahí. No sea cara de raja, y deje a los papás descansar. Ya está “peluíto”, como para andar tras las faldas de mami. O sea, si ya tiene un trabajo, gana sus lucas, pocas o muchas, pesque sus cositas y mándese a cambiar.

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