El despiadado hombre del servicio público

He aquí, a uno de los personajes más repudiados por el “respetable”. El hombre con poder que trabaja en el servicio público, con el poder de hacer que tus tardes sean siniestras. Son las 14:00hrs., y el banco cierra, llegas a las 14:01 y el guardia, un “vaca”, vestido de azul, no te deja entrar: “Señor, por favor, necesito cobrar un cheque”. Su cara de “culo” no se hace esperar y tu rabia comienza a aflorar y no puedes hacer nada al respecto, el hombre cerró la puerta por dentro y por más que grites y patalees no te abrirá. Lo mismo ocurre con los señores del Servicio de Impuestos Internos, unos “pelotudos” que te matan con su mirada y que prácticamente no hablan, y tú, quedas ahí, sin saber qué hacer, y ellos, no dicen nada, no se expresan y dejan que sea uno el “que se las arregle”. Y es una soberana lata, porque las colas son impresionantes, entonces, cuando te toca el turno, tienes que estar con todos los papeles para presentar, si no, el tipo te pega una sola mirada y cagaste. Verdaderos perros, amos y señores del mundo entero, o por lo menos, de un mundo que te maneja. Se sienten con la gracia (la tienen) de hacer que tu día, se transforme en la película de Michael Douglas, “Un día de furia”, en donde nada sale como uno quiere que salga y comienzas, poco a poco, a transformarte en un energúmeno y todo, claro, por culpa de estos “patanes” que se sientan detrás de un escritorio con un poder inusitado. “a la siguiente ventanilla”, “le falta el papel de antecedentes”, “su carné por favor”, clásicas frases que entorpecen todo. En los Juzgados de Policía Local, pasa algo parecido. Estos funcionarios públicos se demoran cuanto quieren o cuanto pueden para simplemente, hacerte esperar, y como tienen en su poder tu licencia de conducir, estás amarrado, no puedes ni debes alegar o decir nada, porque ellos tienen la manija de tu vida en ese instante. Filas eternas, escritorios vacíos, mientras el número de tu turno se acerca. De palabras y respuestas escuetas y “a la vena”, con indicaciones justas y precisas y sin pie para poder siquiera, preguntar algo más. Ahora, y saliendo en su defensa, hay que decir, que estar todo el santo día, detrás de un escritorio, y pertenecer a “archivos y partes” de una empresa pública, debe ser una lata, aparte, muy mal pagado, entonces, claro, el tipo maneja la vida de la gente y por un minuto, pero solo por un minuto, se siente con el poder de hacer lo que quiere con el otro. Es “su” minuto de fama y debe aprovecharlo. Él sabe que su firma, su “mosca”, su “millonaria”, su timbre, puede cambiar la vida de todo ser humano. Entonces, vamos poniendo buen “caracho” cuando nos enfrentemos a estos tipos con poder, porque serán ellos, quienes nos aprobarán el crédito, la empresa, el cheque, el permiso, todo. Nos tienen en sus manos.

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